martes, 16 de septiembre de 2014

Cultura

En Lengua Purépecha significa: “Lugar de Cielo Azul”. De Chupicua: Azul, y ro: Lugar.

La principal aportación de Chupícuaro fue la cerámica. En este sentido abundaron las vasijas y las figurillas, producto del talento y las manos prodigiosas de sus pobladores. Las vasijas tenían dibujos geométricos y motivos textiles diversos con los colores rojo, crema o bayo y negro. Era una cerámica polícroma (de tres colores). La bícroma (de dos colores) era generalmente de crema o bayo con rojo y la monócroma (de un solo color) de rojo o café. Sobresalió el uso de la arcilla, la concha, el hueso y la piedra. El fino acabado y el brillo de la cerámica le dio una notable belleza estética. Las piezas de cerámica llagaron a simular figuras y caras de personas, de animales y de vegetales.

FIGURILLAS
VASIJAS

Los habitantes de Chupícuaro no sólo conocían el uso del fuego, sino los instrumentes musicales como las flautas, ocarinas, silbatos y sonajas. Se cree que tenían un tipo de música propia, misma que servía para ceremonias rituales. Asimismo debieron conocer la danza. Las puntas de flecha y de lanza que usaban para la caza y la pesca eran de obsidiana, un material que abundó en la región del norte de Michoacán.

FLAUTAS
LANZAS

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